Una mujer argentina fue detenida en la isla de Bali, Indonesia, acusada de tráfico de cocaína, y enfrenta una posible condena a pena de muerte por fusilamiento.
La detenida, que fue interceptada con 324 gramos de cocaína, declaró que le habían prometido 3000 dólares si completaba el traslado. Un caso que nos recuerda una historia similar de hace una década, cuando un brasileño también fue ejecutado por el mismo delito.
El operativo y la captura
Según informó Rudy Ahmad Sudrajat, jefe de la Agencia de Narcóticos de Bali, los oficiales de la Agencia Nacional de Narcóticos de Indonesia recibieron una alerta de inteligencia que los llevó a interceptar a la mujer poco después de que aterrizara en el aeropuerto internacional Ngurah Rai, proveniente de Dubái. Durante la inspección, encontraron la cocaína que llevaba oculta.
El funcionario explicó que las redes internacionales de narcotráfico suelen tener como objetivo a los turistas extranjeros que llegan a Bali, uno de los destinos más visitados del mundo. “Seguimos investigando para desmantelar esta red de distribución internacional de cocaína”, afirmó Sudrajat.
Un británico también detenido
Además de la argentina, un ciudadano británico también fue arrestado en relación con el caso. Según Sudrajat, la sospechosa declaró que recibió la cocaína en México de manos del hombre británico, quien habría prometido pagarle 3000 dólares al completar el traslado. El británico fue detenido más tarde en una casa de huéspedes en el vecindario de Kerobokan, en el distrito de Badung, y es considerado un eslabón menor dentro de la red.
Indonesia: leyes implacables y el corredor de la muerte
Indonesia tiene una de las legislaciones antidrogas más severas del mundo, y no duda en aplicar la pena de muerte a quienes violen estas leyes. Según datos del Ministerio de Inmigración y Correccionales de Indonesia, alrededor de 530 personas están actualmente en el corredor de la muerte, incluidos 96 extranjeros, en su mayoría por delitos relacionados con el tráfico de drogas. La última ejecución ocurrió en julio de 2016, cuando cuatro personas —incluido un extranjero— fueron fusiladas.
El caso de Rodrigo Gularte: un antecedente que estremece
Este nuevo caso trae a la memoria lo ocurrido el 29 de abril de 2015, cuando el brasileño Rodrigo Gularte fue ejecutado tras pasar 10 años en el corredor de la muerte. Gularte fue fusilado junto a otros siete condenados en una prisión de Java. Su caso generó una enorme controversia internacional, ya que el hombre padecía esquizofrenia y trastorno bipolar, lo que, según la legislación indonesia, debería haber impedido su ejecución. Sin embargo, pese a los esfuerzos de su familia y a las advertencias médicas, su destino no cambió.
