La fractura interna en el otrora monolítico Movimiento al Socialismo (MAS) comenzó en 2022 con el enfrentamiento entre las facciones del actual presidente Luis Arce y el exmandatario Evo Morales por la candidatura presidencial. Sin embargo, en noviembre pasado, dos decisiones del Tribunal Constitucional inclinaron la balanza a favor de Arce.
El 1 de noviembre, el Constitucional resolvió que ningún candidato puede buscar un tercer mandato presidencial, ya sea continuo o discontinuo, bloqueando la postulación de Morales, que ya gobernó en tres períodos (2006-2019).
Dos semanas después, la corte reconoció que el nuevo jefe del MAS es el dirigente campesino Grover García, afín al presidente Arce, desplazando a Morales tras 27 años de liderazgo.
Pérdidas millonarias por bloqueos
La pelea Arce-Morales también impactó en la economía, sobre todo por los bloqueos de carreteras impulsados por el segundo para exigir soluciones a la crisis, pero también para imponer su candidatura y que se dejen sin efecto las denuncias en su contra, incluida la relacionada con la menor.
Previamente, en septiembre, Morales también encabezó una marcha de una semana de miles de sus seguidores, desde el altiplano a La Paz para tratar de sumar apoyo en los bloqueos previstos para octubre.
El peor de los bloqueos duró 24 días entre octubre y noviembre, sobre todo en la región central de Cochabamba. El gobierno tuvo que recurrir al Ejército para ayudar a la Policía en el desbloqueo, que se saldó con varios heridos y un centenar de detenidos.
En total, según el propio Arce, los bloqueos del “evismo” durante el año, causaron pérdidas por casi 4.000 millones de dólares, igual a un 9 % del PIB nomimal, calculado en 45.000 millones de dólares.
El 2024 concluye polarizado y con la múltiple crisis como preámbulo del año electoral que, según políticos y analistas, supondrá una encrucijada para el país, aunque todavía hay incertidumbre sobre los candidatos y sus propuestas para resolver la crisis política y económica.
“Hay un agotamiento del anterior modelo político, pero puede pasar que ese cambio de ciclo no se dé inmediatamente en 2025 y tengamos una larga agonía hasta realmente tocar fondo para cambiar la propuesta política y el modelo económico”, sostuvo la politóloga Ana Lucía Velasco.
