La industria del acero en Argentina enfrenta una situación crítica. Paolo Rocca, quien en la práctica actúa como vocero del sector, ya había advertido al Gobierno sobre la necesidad de establecer protecciones para evitar un impacto más severo en las plantas de producción.
“La competencia no es justa. Nuestra industria no puede competir con China. Es necesario que las políticas estatales nos respalden. Defendernos de la competencia desleal es fundamental”, declaró Rocca, quien también subrayó que el sector requiere estabilidad en las “reglas de juego”, una reducción de la carga tributaria y un tipo de cambio que refleje la productividad nacional.
Ya se han detectado productos importados en el mercado local, lo que agrava una crisis que pone en riesgo miles de empleos. La Cámara del Acero afirma que la industria emplea a 109,000 personas de forma directa e indirecta. Las importaciones desde China y Brasil han encendido las alarmas en el sector.
Sin embargo, el Jefe de Gabinete, Guillermo Francos, rechazó el pedido de Rocca, afirmando que “la Argentina actual tiene como principal bandera la libertad en todos los ámbitos. Nos manejaremos bajo esos principios. No habrá una Argentina proteccionista, sino una Argentina equilibrada, seria y comprometida con la inversión y la creación de empleo”, señaló Francos.
La respuesta del sector empresarial no se hizo esperar: Ternium, una de las empresas del Grupo Techint de Rocca, comunicó a la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) de San Nicolás la necesidad de reducir sus costos en un 15%, lo cual, aunque aún no se ha anunciado oficialmente, implicaría un considerable número de despidos en su planta General Savio.
En el mercado ya circulan productos importados a precios más bajos. “A la recesión económica y la política anti-industrial se suma la apertura de importaciones. Ya han aparecido productos chinos, como alambre, a precios inferiores”, señaló un dirigente sindical de Villa Constitución.
“Estamos evaluando una acción visible. Hubo intenciones de dialogar en una mesa tripartita para buscar soluciones, pero con el acero chino es imposible competir. Necesitamos restricciones para protegernos del acero subsidiado”, agregó el sindicalista.
Por Jorge Duarte @ludistas
