La posibilidad de que los particulares puedan importar vehículos de forma directa está sobre la mesa gracias a una iniciativa anunciada por el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger.

Aunque esto promete abrir una puerta a los consumidores para obtener el "auto de sus sueños", también presenta importantes desafíos y riesgos que se deben considerar. Aquí un análisis de los aspectos positivos y negativos de esta medida.

Ventajas

1. Acceso a modelos y precios competitivos:
Para muchos, esta medida permitiría acceder a modelos de alta gama y versiones específicas de autos que actualmente no están disponibles en el mercado argentino. En algunos casos, estos vehículos son más asequibles en mercados como Estados Unidos, donde modelos que en Argentina superan los 100,000 dólares pueden costar menos de 40,000 dólares (sin impuestos). Así, los consumidores podrían adquirir vehículos exclusivos sin pagar los elevados precios locales.

2. Oportunidades de negocio para concesionarios:
Algunos concesionarios ven una oportunidad en la importación particular. Podrían ofrecer servicios logísticos o ser intermediarios en la operación, similar a lo que sucedía en los años '90, pero con mayor orden y regulación. Esto les permitiría generar ingresos adicionales sin depender tanto de las terminales locales, ampliando su negocio.

3. Mayor diversidad de opciones para el consumidor:
La importación de autos permitiría que más personas tengan acceso a una variedad más amplia de modelos y marcas. Esto podría motivar a los consumidores a buscar opciones personalizadas y adecuadas a sus preferencias, algo que actualmente es difícil en el mercado local debido a restricciones de importación y burocracia.

Desventajas

1. Falta de soporte postventa y garantías:
Uno de los mayores problemas es que los fabricantes y concesionarios oficiales probablemente no ofrecerán soporte técnico, repuestos ni diagnóstico para modelos importados por particulares. Esto significa que el propietario de un auto importado podría enfrentar dificultades para realizar reparaciones, encontrar repuestos y obtener diagnósticos precisos, lo cual puede traducirse en altos costos y baja confiabilidad en el largo plazo.

2. Impacto en la industria automotriz nacional:
La medida podría afectar a las fábricas locales y a los importadores oficiales, ya que una mayor cantidad de autos importados por particulares podría reducir la demanda de vehículos fabricados en el país o comercializados oficialmente. Esto, a su vez, pondría en riesgo los empleos directos e indirectos que dependen de la industria automotriz nacional, ya que la Cámara del Acero estima que el sector emplea a 109,000 personas.

3. Complejidad en temas de seguridad y emisiones:
Los vehículos importados deben cumplir con los estándares de seguridad y emisiones locales (como el Euro 5). Sin una regulación y control adecuados, podrían ingresar al país modelos que no cumplan con estas normativas, comprometiendo la seguridad de los consumidores y el medio ambiente. Los autos importados deberían pasar por inspecciones rigurosas para garantizar que cumplen con estos requisitos, lo cual añade complejidad al proceso.

4. Obstáculos legales y fiscales:
Los autos importados estarían sujetos a los mismos impuestos que los vehículos vendidos oficialmente, lo cual incluye aranceles, IVA y otros tributos. Además, existen cuestiones legales y fiscales a considerar, como la declaración de valores FOB, lo que puede hacer que el proceso sea costoso y burocráticamente complejo para el consumidor promedio.

5. Valor de reventa y cobertura de seguros limitada:
Los autos importados sin soporte oficial de postventa o garantía podrían perder valor rápidamente y tener un mercado de reventa reducido. Además, algunas aseguradoras podrían negarse a cubrir estos vehículos o imponer primas más altas debido a la falta de respaldo en caso de siniestros.

Conclusión

La posibilidad de que los particulares importen autos directamente podría abrir nuevas oportunidades y beneficios para los consumidores y concesionarios. Sin embargo, también plantea riesgos significativos para la industria automotriz local, los consumidores y la economía en general. La implementación de esta medida debería ir acompañada de normativas claras y controles rigurosos para proteger tanto a los consumidores como a la industria. Los interesados en esta posibilidad deben considerar no solo el precio de compra, sino también los desafíos en cuanto a soporte, legalidad, impuestos y seguridad.