El cambio supone para muchos especialistas un importante retroceso en sus políticas de moderación de contenido. "Vamos a eliminar a los fact-checkers (verificadores de contenido) para reemplazarlos por notas comunitarias similares a las de X, empezando en Estados Unidos", afirmó Zuckerberg.
El nuevo modelo, conocido en inglés como ‘Community Notes' (notas de la comunidad) permitirá a los usuarios de Facebook o Instagram señalar las publicaciones potencialmente engañosas y que necesiten más contexto, una labor que hasta ahora hacían expertos y organizaciones independientes de comprobación de datos.
Zuckerberg argumentó que los cambios forman parte de un "panorama político y social cambiante y un deseo de abrazar la libertad de expresión". También afirma que los sistemas creados por Meta para moderar sus plataformas estaban "cometiendo demasiados errores", y asegura que la empresa sí seguirá moderando el contenido relacionado con drogas, terrorismo y explotación infantil".
Con esto, Zuckerberg anticipa el inicio de la gestión Trump y explica la alianza de Meta con el gobierno estadounidense para enfrentar a la Unión Europea, Brasil y otros países que buscan proteger derechos en el entorno online y regular los contenidos de las redes sociales.
Martín Becerra, doctor en Ciencias de la Información, explicó a LPO que "estos anuncios, junto con la designación de halcones republicanos alineados con Trump en varias gerencias de Meta, representan el alineamiento explícito de Zuckerberg con Trump en las vísperas de su asunción. A la vez, como Meta concentra las redes socio digitales más masivas (Facebook e Instagram), es un cambio radical respecto de la circulación de contenidos, lo que esta empresa permite o impide que sea difundido".
El especialista asegura que "estos anuncios son un parteaguas dado que Zuckerberg reconoce que habilitará la proliferación de contenidos violentos, de discriminación y odio, en las redes que posee".
Para Becerra no se trata de una búsqueda de nuevos mercados sino de "un giro corporativo que tiene al gobierno de EEUU como referencia central. Como telón de fondo, el alineamiento con Trump también supone aceitar relaciones y permisos del Estado en el marco de la "guerra tibia" entre EEUU y China. Las big tech de EEUU buscan identificarse con los objetivos estratégicos del gobierno y, de este modo, obtener beneficios a cambio".
Por último, Martín Becerra, plateó que "hay que ver qué sucede con el ultimátum de EEUU a TikTok, pero vamos a un escenario en que las grandes plataformas habilitarán más violencia en sus redes, lo que puede ser contraproducente para su propio negocio a la larga, mientras que a la vez creará entornos más polarizados en la conversación pública".
El giro es drástico si se toma en cuenta la decisión de las plataformas de bajarle las cuentas a Trump luego de la toma del Capitolio de enero de 2021. En ese momento, Trump cuestionó a Facebook, Twitter e Instagram por arrogarse el rol de arbitro que determine que contenido o usuario puede "socavar la democracia" y en consecuencia debe ser prohibido, aunque sea el presidente de los Estados Unidos, electo por el voto popular.
