Uno de los funcionarios del Gobierno que salió al frente para declarar la guerra contra Clarín, es Darío Genua, Secretario de Innovación Ciencia y Tecnología. El organismo que tiene bajo su órbita es el Ente Nacional de Comunicaciones (dirigido interinamente por el interventor Juan Martín Ozores).
Genua se expresó contra el Grupo Clarín. El funcionario salió a contar: lo qué pasó, a criticar a un monopolio con tantos beneficios estatales, detallar cuáles fueron esos beneficios otorgados por cada Gobierno y finalmente mostrar cómo puede generar inflación una maniobra así.
En declaraciones radiales, Genuá sostuvo que la compra de Telefónica Móviles por parte de Telecom representa “un monopolio creado desde el Estado”.
En ese sentido, repasó los beneficios que, según su visión, distintos gobiernos otorgaron a Clarín en los últimos 50 años, desde la cesión de Papel Prensa en la dictadura hasta la fusión de Cablevisión con Telecom autorizada en la gestión de Mauricio Macri y la reciente asignación del espectro 5G durante el mandato de Alberto Fernández.
El funcionario adelantó que el Gobierno investigará la operación a través del Ente Nacional de Comunicaciones (ENACOM) y la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNDC), con el objetivo de verificar si se ajusta a los límites establecidos por la ley.
“Es la primera vez que un gobierno se preocupa por los consumidores y por garantizar la existencia de un libre mercado”, concluyó.
El lunes 24 de febrero, el Grupo Clarín, a través de Telecom, concretó la compra de las operaciones argentinas de Telefónica por un monto de 1245 millones de dólares.
La compañía española decidió desprenderse de su filial argentina para concentrarse en mercados europeos, estrategia que generó interés en múltiples grupos inversores internacionales. La adquisición generó inmediata reacción del Gobierno, que emitió un comunicado a través de la Oficina del Presidente.
La fusión entre Telefónica y Telecom crearía una posición dominante en el mercado, otorgando a Telecom –que ya controla 80 MHz más de espectro que sus competidores– un poder abrumador sobre las telecomunicaciones del país.
Esta concentración no solo excedería los límites permitidos de espectro radioeléctrico, sino que también reduciría drásticamente la competencia, dejando a Claro con apenas un 33% del mercado y una capacidad operativa debilitada.
